Reporta para ustedes el #21: He detectado una acumulación anormal de nostalgia y tristeza contenida en un papel que, según mis datos, será incinerado en unos minutos. Procedo a ajustar la cámara de éter para enfocar mejor:
24
Te extraño, ¡maldita sea!
Extraño tu ocho, extraño a tu gato.
Extraño la ansiedad de que nos descubran.
Te extraño, porque estoy enfermo.
Porque si no estuviera enfermo, no extrañaría la muerte lenta que me causabas.
Pero aquí estoy, extrañando ser la más patética versión de mí mismo.
Extrañando la mente adolescente a la que con gusto me dejé arrastrar.
Extraño la planta del pie con que me pisoteabas tan rico.
Confieso que extraño hasta nuestros peores momentos, que añoro tu lejanía.
¡Cuánto extraño el frío de tu ausencia, incluso cuando estabas allí!
Extraño tus piernas, a las que abrazaba como niño perdido.
Extraño tu epicentro salvaje, al que temía y besaba a la vez.
Extraño cuando llorabas por no poder tenerme.
Me extraño cuando pensaba que sería posible entregarme a tus caprichos y salir con vida.
Pero lo cierto es que ambos nos empezamos a creer tantas mentiras, que cuando vimos la realidad sólo quisimos culparnos el uno al otro.
…
Sé que me extrañas y no lo admites, porque yo mismo quemaré esta carta sin entregártela, para no admitir que te extraño como siempre, para no admitir que no dejo de pensarte, aunque sólo sea para maldecirte.
Quiero decirte que hasta cuando te maldigo, lo hago con cariño; y que también extraño cuando me decías: ¡Maldita sea, te amo!
Quiero decirte que quiero que comas y duermas bien; y que también sé que, por más que te lo desee, eso no va a pasar.
Ojalá dejes de inyectarte tanta porquería cuando estás deprimida, o sino, ojalá te mueras, para suicidarme y poder toparme contigo en otra vida: para insultarte como merecías, y hacer el amor, luego de darte la bofeteada que siempre quise propinarte.
¡Te extraño, loca de mis pesares!
He logrado registrar una forma de arte que, en un inicio, se ajusta al criterio de poesía (una muy mala, a mi parecer) y, al final, es algo parecido a una carta.
El dueño ha decidido quemarla para purgar sus sentimientos. Haré mi reporte y dejaré que el #22 decida qué hacer con aquellos sentimientos.
No percibo nada notable como para postular al implicado para un poder de media vida.
Cambio y fuera.
Copyright © Todos los derechos reservados
[…] —Buenas tardes a todos los radioescuchas. A lo nuestro: Señor Secreto, cuénteme…¿qué se siente ser usted? —preguntó el entrevistador, el #21. […]
Me gustaMe gusta
[…] respuesta es veinticuatro mil millones sesenta y […]
Me gustaMe gusta
[…] la funcionalidad del 100% de los periféricos del cuerpo en cuestión. Me quedan 24 minutos humanos de conexión estable. Esperaré paciente el momento en que Campuzano vaya al […]
Me gustaLe gusta a 1 persona
[…] 21 de cada mes no sólo puede verme, sino conversar conmigo. Me cuenta muchas cosas interesantes sobre sus […]
Me gustaMe gusta