Donovan Rocester

I

En esta dimensión, o quizá en otra,
hay cuatro santas jugando con las almas de La Tierra.
Una de blanco, una de negro.
Una de rojo, una de azul.

II

Allí, con su cara huesuda y una venda en sus ojos,
brilla la Santa Suerte, con su trajecito blanco, queriéndote mirar.
Jura por Dios que si te enfoca, tu vida ha de estallar.

III

Detrás de cada mentira, detrás de cada suspirar, tambalea ella.
Roja de ebria, La Santa Pasión, se enamora en algún bar.
¡Ay del mundo si se preña! ¡Ay de la tierra y del mar!
Jura por Dios que si te seduce, tu vida se ha de embriagar.

IV

Allí entre papeles y paredes, trabaja sin descansar.
La Santa Muerte entristece, por tener que llevarte a enterrar.
Todos los procesados por ella, y sus familiares, de negro se vestirán.
Jura por Dios que si te visita, nunca jamás volverás.

V

Detrás de cada accidente, detrás de cada pesar.
Te está buscando La Santa Tragedia, para tus lágrimas cazar.
Si decide que seas su cena, algo terrible te pasará.
Jura por Dios que si ves a su mascota, olvidarla no podrás.

VI

Conviven las cuatro santas, viajando de aquí para allá.
Los humanos, su alimento, las adoramos con fervor. ¡Vengan Santas, vengan ya!
Bendíceme Santa Pasión. Respétame Santa Tragedia.
Digna tus ojos a mí, Santa Suerte. Ven cuando quieras por mi, Santa Muerte.

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