I
Me gusta la gente que sueña, pero no la que vive soñando.
Me gusta la gente que vive, pero no los que se conforman con una existencia miserable.
Me gustan los globos, pero no con gente colgando de ellos.
II
La gente que pende de un globo me produce una tristeza monstruosa.
Están allí, indefensos, felices por su efímero vuelo, sonrientes.
Ellos no lo saben, pero están siendo acechados.
III
Allí van esos miserables, los pájaros negros con picos y garras de metal.
Son cuervos, de una dimensión de desdicha y sufrimiento puro.
Hay que imaginarse lo dura que es la vida allí
para que un ave tan pequeña ostente garras de plata.
IV
¡Huye, pequeño miserable! —no me escucha—.
Agítate, ¡haz algo! —ni siquiera me mira—.
El pobre tonto está feliz, colgado de su globo, viendo abajo con desprecio.
Cuando su mirada arrogante me alcanza, dejo de gritarle.
V
No me gusta la gente colgando de globos, peor si los globos son alegrías falsas.
Odio a los arrogantes, sobre todo si se creen más felices que yo.
Si me desprecian con los ojos mi indiferencia está garantizada.
¡Que vengan los cuervos y que desgarren sus globos!
VI
A los cuervos de la realidad sólo los veo yo.
Confieso que, por ratos, me gusta ver caer a los ilusos que sonríen desde arriba.
Pero luego me dan pena. Me da tanta pena que a veces lloro.
Mis lágrimas les gustan a esas aves del infierno.
Cuando las beben, me miran tiernamente con sus veintiún ojos.
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Espléndido. La parte que más me ha gustado es cuando dices «A los cuervos de la realidad sólo los veo yo». Te has convertido en el espectador de esta existencia y es sencillo para ti reconocer lo real. La gente vuela en sus globos materiales, tan delicados y llamativos para los cuervos… mientras tanto, tú, puedes volar en tu globo interior, con un alma moldeable como el viento, intocable e invisible a los veintiún ojos. Magnífico.
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Hola 🙂 Me alegra mucho que hayas disfrutado del poema. Has visto cosas en él que ni yo mismo vi al escribirlo 😀 Gracias por tus palabras.
Un saludo afectuoso desde Ecuador.
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Pd.: Si te gusta leer, te invito a pasar por esta sección del blog, que trata sobre cuatro santas caprichosas que se alimentan de los seres humanos: https://donovanrocester.wordpress.com/category/narrativa/las-hermanas-encapuchadas/ …
Un abrazo desde Guayaquil.
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Hermoso poema, muy profundo y tan cotidiano… No se ve muy a simple vista, pero sé que si me asomo a la ventana estaré viendo a mucha gente pendiendo de un globo. Enhorabuena por la entrada 🙂
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Hola, Rimilla 🙂
Pues sí, siempre, si nos fijamos, podremos ver a esas pobres personas flotando a la deriva. Me alegra que te haya gustado el poema.
Es un gusto ver gente nueva pasearse por esta dimensión de relatos y poesía.
Un saludo afectuoso desde Ecuador 🙂
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Pd.: Si te gusta leer, te invito a la nueva sección del blog. Trata sobre cuatro santas caprichosas que se alimentan de los seres humanos: https://donovanrocester.wordpress.com/category/las-hermanas-encapuchadas/
Un abrazo desde Guayaquil 🙂
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Oh, gracias! Estoy recorriendo este blog y me encanta, creo que me quedo!
Saludos desde España! 🙂
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🙂
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Me ha gustado mucho mucho mucho, de verdad! Supongo que todos hemos estado alguna vez colgados de un globo, creyéndonos nuestra felicidad! 🙂
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Es un placer que te haya gustado 🙂 Y, pues sí, a todos nos ha pasado eso 😀
Un abrazo desde Ecuador.
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Pd.: Si te gustó el poema, puede que te guste este cuento que publiqué en el blog de la revista Salto al Reverso… Te recomiendo ese espacio, aquí te dejo el link: http://saltoalreverso.com/2015/04/02/psicoorigami/ 🙂
Un abrazo ecuatorial.
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me encantan los cuervos y las serpientes
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Siií 😀 son tan geniales.
Un abrazo desde Guayaquil.
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Yo también tengo algún cuervo como mascota.. Y de vez en cuando lo saco a pasear. Es, relajante.
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Mientras usted no esté volando con globos por allí, mirando con desdén hacia abajo, no creo que tenga problemas con los cuervos 😀
Un abrazo, Señora Jumbo …
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No no.. Yo Suelo ser la que lanza cuervos a quienes me hacen eso jaja.
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Jajaja… Me gusta esa idea xD
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