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La exitosa Elena recibió un regalo de parte de su novio: una pipa nueva. La ejecutiva, mientras estrenaba su obsequio, recordó una historia sobre su antiguo profesor y se la contó a su novio:
Una vez mi profesor particular de física, un loco que amaba la ciencia y las drogas, me contó una leyenda:
—¿Sabías que las ondas electromagnéticas pueden atravesar muchos objetos y distancias, pero que se sabe que son ondas porque vienen de un bongo en el espacio?
—¿Un bongo en el espacio?
—Sí, un bongo en manos de un hombrecillo verde sentado sobre la nada. En el centro exacto del Universo —dijo con solemnidad el profesor.
—Usted está loco, profe —le dije por molestarlo. Realmente siempre me gustó su sentido del humor intelectual.
—Más de lo que crees —él reía con gusto, mientras me revisaba los ejercicios que acababa de resolver.
¿Qué será de ese loco profesor?
Quisiera poder decirle que su profesor se quedó sin alumnos un par de años después de que ella se graduara de secundaria. Que la edad y el abandono le pasaron factura al pobre hombre. Quisiera decirle también que lo del bongo es cierto.
Será mejor que deje de observar y de escribir y empiece con el papeleo del CCEK. No quiero perder el acceso a las herramientas disponibles aquí, este lugar no se parece en nada a mi oficina anterior.
Además necesito salir temprano hoy, no quiero perderme mi primera reunión del Sindicato Clandestino de Observadores Interdimensionales.
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Hasta las ciencias, al parecer tan exactas, se encuentran con muchas incógnitas y cosas inexplicables con la razón. Tu cuento lo deja bien claro. ¡Enhorabuena por el cuento!
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Gracias por tus palabras, y por pasarte por esta dimensión 🙂
Es un placer que te pasees por aquí.
Un saludo afectuoso desde Ecuador.
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Ahhhhhh… Me encanta el #21. Este bongo espacial me encanta… Felicidades, mi amigo. Abrazos.
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Abrazos de vuelta, amiga. Siempre es un placer tenerte por aquí.
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Me encanta pasearme por esta dimensión.
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Hola amigo!! Me gustan tus relatos pero me falta tiempo para aterrizar más veces en tu dimensión. Un abrazo fuerte.
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Cada vez que aterrizas por acá, es un placer.
Gracias por pasarte.
Un abrazo desde Guayaquil 🙂
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Muy buena historia, un saludo feliz domingo.
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Me alegra que te haya gustado. Es un placer que me leas 🙂
Saludos afectuosos desde Ecuador.
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Saludos desde Madrid besos.
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Pd.: Si te gusta leer, te invito a pasar por mi último relato: https://donovanrocester.com/2016/01/11/organos-deluxe/
Un abrazo desde Guayaquil 🙂
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Como siempre que facilidad para crear unas historias únicas. Un abrazo amigo mío.
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Gracias por tus palabras, amigo. Uno hace lo que puede 🙂
Un abrazo desde esta dimensión.
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Pd.: Si aún no lo has visto, te invito a pasar por mi último cuento: https://donovanrocester.com/2016/01/11/organos-deluxe/ …
Saludos desde esta dimensión de relatos, pensamientos y poesía.
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Si no le he visto ahora lo veo. Abrazos.
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Si, si que lo he leído, me pareció brillante, el final no deja de ser un reflejo de algo que ocurre en muchas empresas, el espionaje industrial. El final es fantástico, como por el amor a la familia se hace lo que sea, se vende hasta tu propia vida con tal que no les ocurra nada.
Que más decir de relato como este, pues muy sencillo que lo lean y que se den cuenta del valor que tiene. Un fuerte abrazo desde este pequeño rincón del planeta. 😉
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🙂 un placer que me leas, amigo…
Abrazos…
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El placer es muy mío. XD
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